La llegada del verano, acompañada de los inevitables aumentos de las temperaturas, hacen irresistibles los platos frescos y agradables. Así, siguiendo esas órdenes, os traemos una receta que se ajusta
perfectamente a esas premisas: el
sorbete de mandarina.
Es refrescante y delicioso. Además, puede ser una alternativa
al sorbete de limón como final de la comida. Existen multitud de recetas para
prepararlo; sin embargo, tras mucho buscar, hemos escogido la siguiente porque
es rápida y no es necesario añadir clara de huevo, así es una opción que
incluye también a veganos y vegetarianos.
Ingredientes para 4
personas
·
300 g de mandarinas (peso de la fruta pelada)
·
200 ml de agua mineral natural
·
100 g de azúcar en polvo
·
1 cucharada de leche condensada (opcional)
Preparación:
Pelar las mandarinas y separar los gajos.
Este paso puede resultar un poco agotador, ya que es importante obtener un
compuesto homogéneo; sin embargo, no es necesario ser demasiado meticuloso
especialmente si la película de piel es muy delgada y cae algún residuo, lo que
no es ningún problema.
Por supuesto, si usas mandarinas de verdad, que tienen semillas, debes tener especial cuidado
de quitarlas todas, ya que aportan un fuerte sabor amargo; por otro lado, la
receta también sale estupenda si, en lugar de mandarinas, usas clementinas, que, además, tienen la
ventaja de no tener semillas.
Después de limpiar la fruta, añade azúcar y mézclalas muy bien. Mete la preparación en el
congelador durante cinco minutos. Antes de verter la mezcla en la caja de
sorbetes, añade una cucharada de leche
condensada y revuelve todo bien. Este paso es opcional, si no quieres añadir
ingredientes de origen animal, puedes omitirlo sin problema. Añadir leche condensada ayuda a hacer la
mezcla más cremosa y con más cuerpo y tan solo se necesita una cucharada. Si
decides añadir la leche, mantén la mezcla fuera del frigorífico durante unos
veinte minutos y luego déjala enfriar lo máximo posible.
Esta receta no
incluye el uso de la cáscara de mandarina, pero si tienes la suerte de encontrar
frutas orgánicas puedes añadir la
cáscara rallada de tres o cuatro frutas, para potenciar el sabor del sorbete. Otro
ingrediente que se puede añadir a la receta de este sorbete es la cáscara
rallada de un limón, siempre y cuando la fruta provenga también de alimentos
orgánicos. El hecho de no usar cáscaras de alimentos inorgánicos tiene que ver
con la presencia de los pesticidas,
que nunca son un buen ingrediente para nuestras recetas.